miércoles, 23 de febrero de 2011

Una reflexión tras la campaña

   Al reflexionar acerca de nuestra recién pasada campaña anual es inevitable pensar en un primer momento en todos aquellos que han contribuido a que un año más sea posible. Estas palabras no responden a un mero formalismo, pues no es poco el trabajo que se esconde detrás de unos actos que pueden parecer sencillos. De ahí que al finalizar cada campaña siempre nos asombremos de cómo unos cuantos voluntarios con un calendario muy apretado hemos conseguido unos resultados –en cuanto a participación y recaudación- nada desdeñables si tenemos en cuenta la reducida escala a la que nos movemos. Esto en ningún caso habría sido posible sin ese amplio conjunto de instituciones, comercios, asociaciones y particulares que nos apoyan y ayudan año tras año. 

   La campaña de 2011 –la LII de Manos de Unidas- comenzó el viernes 11 con la ya tradicional Cena del Hambre, celebrada en el colegio de Nuestra Señora del Carmen. Durante este acto buscamos reflexionar acerca de la situación de aquellas personas que, en cualquier parte del mundo, no tienen ni siquiera lo necesario para su alimentación. Nos privamos de una cena suntuosa, pero no pasamos hambre: el pan que compartimos es mucho más de lo que otros tienen. A la vez, ofrecemos un donativo, un símbolo de lo que nos habríamos gastado en la cena de ese día que irá destinado al proyecto de desarrollo en el que colaboramos este año: un sistema de captación de agua potable para la amazonia ecuatoriana.

                 

   El sábado siguiente (12 de febrero), como venimos haciendo desde hace más de una década, organizamos el mercadillo solidario en la avenida de la Rambla. Esta vez, a diferencia de lo que sucedió el año pasado, el tiempo fue benevolente con nosotros y a media mañana la avenida estaba llena de gente que se había acercado para acompañarnos y hacer su pequeña aportación. Como novedad, contamos con el seguimiento radiofónico del evento, así como con la colaboración de las Reinas y Damas de fiestas y de algunos alumnos del conservatorio de música Vila de Sant Joan. En Manos Unidas hemos buscado siempre la participación de todos aquellos colectivos, asociaciones o personas particulares que se sientan comprometidos con nuestra lucha a favor de un mundo más justo. Nos alegra, por ello, ver que cada año recibimos más apoyo y reconocimiento, tanto a nivel local como nacional.     

                   
                        
   Imagen obtenida de:

 http://www.elraspeig.com/costa/noticia_manos_unidas_agradecio_gran_participacion_26518.html

   Por último, el domingo 13 se celebró la Jornada Nacional de Manos Unidas con la eucaristía y la posterior lectura del manifiesto en la plaza de España.
  
                   
   A pesar de las dificultades de estos meses, en los que hemos ido dedicando cada vez más tiempo a preparar la campaña, los actos de este fin de semana transcurrieron incluso mejor de lo esperado. A través de las distintas actividades hemos recaudado más de 5000 euros, lo cual es motivo de alegría, sobre todo si tenemos en cuenta nuestros escasos medios y la pequeña escala a la que nos movemos. No obstante, no podemos felicitarnos sin más y olvidarnos de lo escasa que resulta esa aportación para el proyecto que hemos decidido cofinanciar y, en definitiva, para la lucha contra el hambre.
  
   Manos Unidas, a nivel nacional, aprobó en 2009 más de seiscientos proyectos de desarrollo en todo el mundo. Esto, sin duda, contribuye a mejorar las condiciones de vida de muchas familias, pero no es suficiente para finalizar esa guerra contra el hambre que comenzaron las mujeres de Acción Católica hace más de medio siglo.

   Sabemos –y así lo hemos repetido a lo largo de toda la campaña- que sólo un cambio global en el mundo que conocemos haría posible el mundo que queremos. Para ello, es necesario que seamos conscientes de la situación de injusticia, desigualdad y pobreza extrema en la que viven buena parte de los habitantes de nuestro planeta y de la que somos responsables. Si asumimos esto, sólo nos queda poner todas nuestras fuerzas al servicio de un cambio necesario e inaplazable. Exijamos un mundo mejor para todos.

sábado, 5 de febrero de 2011

Agua para la amazonia ecuatoriana

      Como venimos anunciando, el día de Manos Unidas está ya cerca y en Sant Joan continuamos con los preparativos para los distintos actos de la campaña. Es necesario, por tanto, anunciar que ya hemos decidido el proyecto que cofinanciaremos este año. Nuestra aportación económica es siempre pequeña si tenemos en cuenta los gastos a los que asciende cada uno de los proyectos que Manos Unidas aprueba. Por eso, nos resulta imposible financiar uno de ellos por completo. Con todo, lo poco que aportamos es mucho para nosotros. Todos los años nos asombramos de lo que unos cuantos conseguimos en tan sólo unos días. En este sentido, queremos ir más allá de la mera cuestión económica. Nos alegra ver cómo seguimos contando con la ayuda de los colaboradores habituales (a los que se les unen nuevos), cómo los distintos grupos de nuestra parroquia nos siguen apoyando, y cómo año tras año la gente sigue acudiendo a los distintos actos que realizamos, a pesar de las habituales inclemencias del tiempo.

   Nuestra labor, lejos de limitarse a la recaudación de fondos –tal vez la forma más sencilla e inmediata de tratar de mejorar las condiciones de vida de quienes habitan buena parte de nuestro planeta- se encamina también a despertar la conciencia de los ciudadanos del Primer Mundo, requisito indispensable para lograr un auténtico cambio. Por eso, creemos necesario dar a conocer nuestra forma de trabajar, en este caso, en lo que respecta al proyecto que hemos escogido.

   Los fondos que se recauden en nuestra parroquia durante esta campaña irán destinados a la cofinanciación de un sistema de captación de agua potable en la región amazónica ecuatoriana, en concreto en la Amazonia Norte (Orellana y Sucumbíos). Ésta no es sólo una de las zonas más pobres del país, sino también una de las más afectadas por la explotación petrolera. En ella, solamente la compañía Texaco ha contaminado dos millones de hectáreas durante los veintiséis años que lleva operando. En la actualidad, existe una alarmante contaminación que pone en riesgo la salud y la vida de las personas, así como la biodiversidad. Las principales fuentes de ella son el petróleo crudo, el lodo de formación y el agua de producción (con algunos de los más peligrosos componentes cancerígenos conocidos) que se arroja directamente al suelo. Las poblaciones cercanas a estas explotaciones –en total, unas 30.000 personas- están expuestas a beber agua tóxica y a consumir alimentos contaminados, con las consecuentes enfermedades y muertes que ello provoca (cáncer, abortos, enfermedades respiratorias, malformaciones…).

                 
                      
   Ante esta situación, en junio de 1998 un grupo de comunidades y organizaciones indígenas y campesinas de estas provincias decidieron conformar el Frente de Defensa de la Amazonia (FDA), como medio para enfrentar y disminuir los conflictos socio-ambientales en una de las áreas más vulnerables del país, donde el 26% de los niños menores de cinco años presenta desnutrición crónica, el 22% de la población es analfabeta funcional y el 62% no tiene trabajo estable, problemas que se agravan si tenemos en cuenta que se trata de una zona fronteriza a donde acude de forma continua una gran cantidad de refugiados procedentes de Colombia.

   El FDA con apoyo del Vicariato Apostólico de Sucumbíos solicitó ayuda a Manos Unidas para llevar a cabo la construcción de un sistema de captación de agua de lluvia, aprovechando que la región amazónica es una de las de mayor pluviosidad del país. El sistema se construye en cada parcela, junto a la vivienda de cada uno de los beneficiarios (en total 336 personas de manera directa y más de 900 de forma indirecta). Manos Unidas sufragará los costes de los materiales y equipos para los sistemas de agua, personal técnico y parte de los gastos de administración y capacitación. Las comunidades y el FDA aportarán los materiales locales, mano de obra y parte de los gastos de capacitación y funcionamiento. El importe total asciende a 58.197,61 euros.

   Con este proyecto se beneficiará a varias comunidades de la Federación de Organizaciones Campesinas de Orellana y de la Federación de Organizaciones Campesinas de Aguas Negras. Con él, se pretende también fortalecer a las organizaciones locales como medio para la defensa de los Derechos Humanos y ambientales en esta zona.

Más información acerca del FDA en: